martes, 29 de marzo de 2011
lunes, 28 de marzo de 2011
Un nuevo sistema social es posible
Este sistema social hace más de 5000 años que no da resultado. ¿No será hora de cambiarlo? Utopía es sólo aquello que nos negamos a realizar.
Orlando Sabini | Para Kaos en la Red | 8-3-2011 a las 20:32 | 267 lecturas | 2 comentarios
www.kaosenlared.net/noticia/nuevo-sistema-social-posible
La sociedad siglo XXI
Podemos partir de la base que sostenía S. Freud “la vida es una “porquería” y el hombre debe buscar la mejor manera de sobrevivir a ella”. Me resistí siempre a esta afirmación. Personalmente estoy convencido que la vida es algo maravilloso y que solamente la irresponsabilidad de unos pocos la hace un camino pesado.
¿Qué sentido tiene la vida?, si no una evolución del Hombre, una búsqueda de la felicidad que comienza en la misma búsqueda.
A través de los siglos nos hemos educado fuera de este camino. Ya es mucho el caminar de esta civilización y no ha dado resultado. ¿No será hora de cambiar?
No podemos seguir andando en el camino del poder, del escalar a posiciones superiores de dinero, de poder, para sojuzgar a hermanos. Sobre todo a aquellos que se les niegan las posibilidades por el propio sistema. No podemos basar nuestro poder en los de abajo porque quienes están abajo son consecuencia de nuestro propio poder.
A través de los siglos hemos disfrazado los sistemas de gobierno. Desde la jefatura tribal, al feudalismo, al despotismo ilustrado, la monarquía y la democracia. Sin embargo nos ha enseñado la historia que el único sistema estable es la Teocracia. Somos teócratas por naturaleza. La búsqueda constante de un Superior que nos guía. Ese Superior que ha tomado distintas formas, desde un dios extraterreno, a un humano; desde el dios Imperio al dios oro; desde el dios tecnológico al dios DINERO. Siempre un dios, ese objetivo supremo nos ha guiado para establecer el poder sobre nuestros hermanos.
A la sabiduría se sobreponen las armas. A las ideas se sobrepone la censura, a la paz se impone la guerra, a la libertad la esclavitud y a la unidad familiar, tribal o social la dispersión. Armas, censura, guerra, esclavitud y dispersión generan DINERO y el dinero compra todo y quien lo tiene lo tiene todo. ¿Pero que es el DINERO?
El DINERO no es sólo un denominador común de uso universal para el intercambio de mercadería. El DINERO es algo virtual que se puede manejar su valor a través de muchas maniobras que involucran BANCOS, paralelismo entre diferentes monedas, desvalorización o sobrevaloración de las mercaderías. El DINERO no representa a nada. Ya no representa al oro, al dólar o a la actividad productiva de un país. EL DINERO es un dios abstracto que por decreto de los que lo reinventaron tiene VALOR.
A partir de allí se maneja el costo de la mercadería haciendo abstracción de su valor. Cosas que no valen nada pueden tener un costo alto. Es cuestión de educar al cliente, al consumidor, en los valores virtuales y por ellos pagarán mucho dinero que conseguirán aún al costo de su vida.
Alguna vez aprendí que el verdadero VALOR de las cosas es la Vida. Alguna vez, muchas veces vi comprar los libros para el colegio de dos hijos y había que trabajar 15 días para ello, otras veces para comprar un jean “valorizado” había que pagar con un mes de trabajo. Por una vivienda hay que pagar 15 o 20 años de trabajo. Hoy por un celular pagamos 15 días de trabajo. Nos han enseñado a gastar nuestra VIDA en cosas muy caras y de poco valor. Esto mismo sucede con el trabajo. Tiene un costo invertido a lo que cuestan las cosas aunque pretenden educarnos en el Libre Mercado.
Recuerdo en los años 70´cuando el gran tema era la Inflación. Japón en vez de soltar dinero a la circulación que aumentaría el consumo y por ende la inflación; invertía en materias primas, esas llamadas “comodities”: cobre, hierro, lana, productos químicos, etc.. Eso hacía que los precios subieran en el mercado y luego vendía y ganaba. ¿Cuál era el verdadero valor de esas cosas? Lo imponía la oferta y la demanda que ellos manejaban. ¡¡¡¡¡¡¡Llegué a trabajar lana “japonesa” aquí en Uruguay!!!!!!!
Todo comercio tiene un fin, la ganancia, el “profit”. ¡¡¡¡¡¡Menos el trabajo!!!!!!
¿Cuánto gana un hombre que vende una mercancía que compró a $ 10 y la vende a $ 12? Es fácilmente calculable: $ 2. Es decir $12 - $10 de costo = igual $ 2 de ganancia o “profit”.
Ahora pregunto: ¿Cuánto gana un trabajador? Hagamos el cálculo. Su salario mensual – (menos) su costo (alimentación, vivienda, trasporte, vestimenta, menores a cargo, cultura y descanso) = Este resultado es lo que gana y por lo tanto lo disponible a su antojo y necesidades extras. ¿Cuántos trabajadores tienen una ganancia, un “profit” entre su “costo de vida” y lo que “facturan” a su empleador?
¿Cuantas horas, días, meses, años y décadas, un trabajador debe destinar a cubrir sus necesidades básicas? ¿No es esto esclavitud?
La vida de un ser humano se compone de horas de actividad y horas de sueño. Las horas de actividad son su única propiedad, son su libertad, son su derecho.
Estas horas debe destinarlas a su alimentación, a su trabajo, a su vestimenta, a su vivienda, a su descanso y a su cultura. No hay evolución si no hay una actividad creadora, un dedicarse a conocerse, a buscar el sentido de su existencia, a compartir en su “mundo”, en su núcleo social. Un Hombre necesita de tres cosas básicas: el trabajo (toda actividad creativa, remunerada o no), su familia (grupo social parental o no) y su esparcimiento (su crecimiento sea artístico, de conocimiento, una actividad placentera o simplemente la búsqueda interior).
Cuando su tiempo está dedicado a una actividad meramente de actividad laboral paga y no le deja administrar su propio tiempo, es ESCLAVITUD.
Hace alrededor de un siglo se introdujo la ley de 8 horas de trabajo y un día de descanso. ¿Preguntémonos cuántas horas se trabaja en una familia tipo? El promedio supera largamente las 16 horas. ¿Por qué no es posible establecer 8 horas por familia tipo? ¡¡¡¡¡Esto hubiera sido una evolución social!!!!!
Una familia de dos mayores y dos menores no puede trabajar más de 8 horas para su sustento básico. Los menores que superan los 16 años pueden agregar 3 horas de trabajo al ingreso familiar.
Para que esto funcione no se puede dirigir el consumo por medio de la publicidad. Los productos deben exhibirse con los detalles técnicos necesarios pero se debe prohibir inculcar modas de consumo. Estas modas hacen que los pueblos abandonen sus culturas para uniformarse en una cultura global, homogénea y dirigida.
Normas así deben ser instituidas por un Organismo Internacional que tiene como centro el Hombre y su evolución independiente dentro de cada cultura.
El control de la ganancia debe apuntar a una recompensa por el esfuerzo y el conocimiento pero se debe prohibir la inversión en actividades que involucren el trabajo remunerado. De este modo pueden destinarse a fondos de investigación y bienestar de la comunidad pero no a la creación de multi-empresas, monopolios o trusts. El conocimiento es patrimonio de la Humanidad y no hay posibilidad de multinacionales. Cada comunidad tiene la posibilidad de su desarrollo a través del conocimiento global.
La única globalización está en el concepto de que somos una sola raza y un solo conocimiento que es privativo del cerebro humano, una sola Tierra que nos nutre a todos.
Muchos se preguntarán qué sucede con quienes no acompañan este sistema o quienes atentan contra él.
Quien no trabaja no tiene derecho a cubrir sus necesidades, quienes atentan deben ser aislados en territorios donde pueden sobrevivir de acuerdo a sus hábitos y el sentido que le den a su propia vida. No hay subvención ni limosnas. Hay fondos para cubrir a los discapacitados y trabajos acordes a sus capacidades pero de ningún modo limosnas.
Esto que quise expresar en una resumida idea se ha llevado a cabo en comunidades desde lejanos tiempos. Hay ejemplos de las comunidades anarquistas, algunas de ellas en el Rio de la Plata. Pero hoy en día hay un centenar de comunidades en todo el mundo. Por mi parte tengo predilección, con algunos retoques, la Comunidad de los Elfos en Italia. Lleva más de 30 años y ya contiene integrantes nacidos y crecidos en la comunidad. Hay otras que incluso tienen su propia “moneda” y funcionan en total armonía. Todos sus integrantes tienen trabajo, su libertad, dentro de una filosofía propia.
No es una utopía un mundo mejor, un SISTEMA SOCIAL mejor.
El Imperio lo ha creado para sí, y nos tiene de rehenes. El se ha apoderado del manejo del poder a través de la invención del DIOS DINERO. Pero no es imbatible porque ha sembrado angustia, dolor, guerras, destrucción del planeta y sobre todo a capturado las mentes con la invención del “mercado” y el “consumismo”. Ha sometido a la mayoría a la esclavitud y como siempre ha sucedido el HOMBRE NUEVO se rebelará y conquistará su verdadero lugar.
Empecemos por exigir jornadas de 6 horas. Busquemos disponer de nuestro tiempo, de pensar, de generar “nervaduras” en todo el Globo. El Imperio no nos quiere pensantes, será una lucha pero solo a partir de allí nuestras ideas serán fuertes primero y unidas después. No temamos a perder capacidad económica, de todas maneras nos “mantendrán” porque sin nosotros no hay desarrollo del Imperio. Con tiempo disponible para nuestro conocimiento reforzaremos la idea del sentido de nuestra existencia y sobre ella construiremos las bases de un NUEVO SISTEMA SOCIAL.
El Imperio se sostiene en las corporaciones y estas en el mercado y el mercado en el consumo. El consumo así programado no nos deja tiempo para pensar. Esta es el arma y está en nosotros eliminarla de las manos del enemigo.
¿Quién da los títulos a esos hombrecitos para estar encima nuestro?
El consumismo lo han impuesto como el termómetro de la libertad, de la felicidad. ¿Qué saben ellos de libertad, de felicidad?, si están bajo la fascinación de su DIOS DINERO.
Esta es una lucha inteligente con más poder que la tecnología, las armas y el dinero. Si sabemos emprenderla llegará a los confines del Mundo, disponemos de medios para una comunicación certera. Es cuestión de perseverar.
Orlando Sabini en Kaos en la Red
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sábado, 19 de marzo de 2011
'Hay que recuperar los valores y usar el dinero de forma ética'
Joan Antoni Melé, subdirector de Triodos Bank España
‘Hay que recuperar los valores y usar el dinero de forma ética’
J. Y. / Ciudad Real 18/3/2011 Lanzadigital
Parecería un discurso de cualquier filósofo antiguo o contemporáneo, centrado en la dimensión social de los valores humanos, sino fuera por el contexto en el que se aplica: el áspero y arrogante sistema financiero. Quien argumenta es Joan Antoni Melé, subdirector de Triodos Bank España, una marca de banco que rompe con el “viejo” modelo especulativo para apostar “por un uso responsable del dinero para construir un futuro mejor”. El también autor del libro “Dinero y conciencia” participó este jueves en el ciclo de Letras Solidarias para debatir sobre Banca ética: otra banca es posible. Junto a Valle Contreras, de Fiare, y Javier Blanco, de Coop57, Melé aseguró que ha pasado de ser considerado un extraterreste a que miles de personas demanden sus servicios para invertir “con conciencia y transparencia”.
PREGUNTA.- ¿Hay hueco en esta sociedad tan materialista para la banca ética y responsable?
REPUESTA.- Más que nunca, pues se ha hecho evidente la necesidad de que este tipo de banca es la única viable para el futuro. En un momento en el que es preciso invertir en economía real para generar trabajo, la opción de una banca que utilice el dinero para mejorar el mundo es una idea fantástica. Parece una idea nueva, pero llevamos 40 años haciéndolo y se ha demostrado que la crisis no nos ha afectado porque no hacemos especulación. Ahora más que nunca es necesario el nuevo modelo y, de hecho, el crecimiento ha sido espectacular porque la gente lo apoya cuando descubre que con su dinero puede ayudar a cambiar el mundo.
P.- Este modelo de gestión también se está aplicando en las empresas
R.- Sí, muchas empresas ya están cambiando, está cambiando todo, el concepto de responsabilidad o el de consumo responsable. No es una moda, es un tema de salud, de medio ambiente, de sostenibilidad, hemos vivido un siglo en el que el objetivo parecía que era crecer, divertirse, ganar dinero y ahora empezamos a plantearnos los valores humanos, el sentido de la vida y adónde queremos ir. Es la pregunta fundamental porque el modelo antiguo no vale. Ya mucha gente nos ve como algo más. Todo puede cambiar. Cuando alguien me pregunta si una banca ética es posible, le digo que depende de si como persona es ética y sus criterios en el uso del dinero son éticos, frente a la codicia y la rentabilidad. Claro que es posible. Por eso no me sirven las críticas contra los principios que siempre han regido los bancos, porque yo llevo 35 años en banca y todos hemos contribuido a crear ese modelo.
P.- En el mundo financiero parece que no casan los conceptos de ética y solidaridad con los de resultados y beneficios
R.- Son contradictorios porque los hemos hecho así. Mis clientes me decían ‘o me pagas más o me voy a otro’, y si lo que queremos es ganar mucho pues vamos a especular. Evidentemente, una empresa sin criterios éticos ganará más que una que sí los tenga y que no contamine, que pague sueldos dignos, o que no haga explotación infantil en Birmania. ¿El banquero es codicioso o soy yo el que le exijo la máxima rentabilidad?. El cambio lo tenemos que hacer nosotros. Hay que partir de la posición de que mi dinero es mi poder, mi fuerza y tengo que saber a quién se lo voy a ceder y qué quiero que hagan con él. Cuando en el año 2000 empecé a dar conferencias me miraban como a un extraterrestre, hace cinco años me empezaban a entender y ahora hay miles de personas que conocen el modelo. No es una utopía, es una realidad, y es imprescindible
P.- Pero para asumir esos principios es preciso un cambio cultural, ¿no?
R.- Claro, un cambio cultural, de valores y de espiritualidad. Hay que preguntarse qué sentido tiene la vida, qué mundo voy a dejar a las futuras generaciones. Si tu concepción es totalmente escéptica y dices vamos a vivir la vida que son cuatro días, pues dejaremos el planeta destruido pero si tienes valores y quieres dar sentido a tu vida todo cambia. El propio concepto de trabajo debería cambiar, y tanto si eres banquero, como periodista o camarero trabaja con amor y para que al otro le sea útil, esto es lo que cambia el mundo. Hay que hacer un cambio cultural radical y poner al ser humano en el centro de la vida social y económica, pues hoy no lo está.
P.- Se está refiriendo a la conciencia, usted en su libro señala que si no hay conciencia no hay libertad
R.- Exactamente, nos parece que hacemos lo que nos da la gana cuando nos da la gana, pero en realidad respondes a un deseo y no eres consciente de ello. Uno es libre cuando ve realmente las consecuencias de lo que puede provocar una decisión y lo decides en libertad y no porque un instinto te pida hacerlo. Despertar la conciencia y comprometerse con el mundo es un acto de libertad. Hay que pensar que hago algo porque veo que es bueno para el mundo no porque satisfaga un instinto. Hasta ahora, hemos fomentado una educación de falsa libertad, sin complicaciones, con unos eslóganes que hay que combatir. Todos vivimos en la contradicción y por eso no soy partidario de criticar y atacar sino de impulsar entre unos y otros el proceso de cambio. No podemos separar el individuo de la comunidad , pues todos estamos vinculados.
P.- El viejo lema de la unión hace la fuerza
R.- Sí. En mis 30 años en la caja de ahorro me venían clientes contentos porque habían comprado un piso por 20 millones y lo habían vendido por 40. Y yo les decía vale, pero ahora tu hijo no se podrá comprar uno. El egoísmo de unos perjudica a otros y si seguimos pensando en el yo, yo, mal vamos. En la nueva visión de cambio hay que pasar al nosotros.
domingo, 13 de marzo de 2011
viernes, 11 de marzo de 2011
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